Esta semana han empezado las obras para la ampliación del aeropuerto de Sevilla, las más importantes hasta la fecha desde las que se realizaron para la Exposición Universal de 1992. Las obras cuentan a priori con un plazo de ejecución de 30 meses (hasta finales del 2021), repartidas en siete fases, y con ellas se pretende ampliar, renovar y adaptar el edificio terminal, la central eléctrica, la pista de despegue y la plataforma de estacionamiento de aeronaves, con el fin de adaptarlos a las futuras y actuales necesidades, todo ello por un importe presupuestado en 26,3 millones de euros.
El proyecto destaca en la zona norte la ampliación de la terminal para los embarques y desembarques ya existentes, mientras que en la zona sur se destaca la construcción de tres nuevas pasarelas de embarque, un nuevo vestíbulo de llegadas, la ampliación de la superficie del área comercial, y la reconfiguración de la sala de recogida de equipajes. También están previstas mejoras para la adaptación de la terminal debido a la nueva normativa contra incendios y a la de accesibilidad para los usuarios del aeropuerto.
Esta profunda reforma se enlaza con la recién acabada reforma y ampliación del control de seguridad para el acceso a la zona de embarque, unas obras a las que se han destinado algo más de 2,1 millones de euros, y que han contribuido a reducir notablemente el tiempo de espera para este trámite.
En definitiva, todo un proyecto para que en 30 meses el aeropuerto de Sevilla pueda hacer frente a la creciente demanda de los últimos años, y pueda acoger y gestionar con garantías hasta diez millones de pasajeros al año.