El Aeropuerto de Sevilla cuenta con un sistema para automatizar el acceso de los pasajeros al control de seguridad, instalado recientemente.
Hasta hace poco, un trabajador del aeropuerto debía revisar la tarjeta de embarque de cada pasajero antes de llegar a la puertas de embarque, en la zona de control. Ahora, cuatro lectores de tarjetas permiten agilizar el proceso de embarque, instalados justo antes de llegar a la línea de arcos detectores, por la que deben pasan los viajeros y sus equipajes de mano antes de volar. Uno de esos lectores está específicamente habilitado para familias.
Este nuevo sistema no está completo aún; precisa de una aplicación que permitirá medir el tiempo medio de paso de los pasajeros por el control de seguridad, información que se mostrará en varias monitores públicos para orientar a los pasajeros de la cola más rápida.
Estas mejoras se enmarcan en el Plan de Calidad del Aeropuerto de Sevilla y complementan las llevadas a cabo en los dos últimos años para agilizar y optimizar el tránsito de los viajeros por el filtro de seguridad. Entre ellas, destaca la ampliación acometida en 2015, que permitió incrementar su capacidad operativa un 50%.
Gracias a ello, el aeropuerto sevillano dispone hoy de tres arcos detectores y seis máquinas de rayos X, por lo que puede gestionar el paso y la inspección de hasta 1.650 pasajeros (y sus equipajes de mano) a la hora.