Han pasado ya 80 años desde que el 15 de mayo de 1933 aterrizara en Madrid el trimotor Fokker VII de la compañía LAPE, con capacidad para 8 pasajeros y dos tripulantes. Eran los primeros pasajeros de un vuelo comercial al Aeropuerto de Madrid de aquellos años.
Ayer, 4 de julio de 2013, muchos años, tormentas y huelgas después, aterrizó en Madrid Barajas el pasajero número 1.000 millones. Se llama Alonso Fernández Ortiz, y es un ingeniero electricista colombiano de 30 años, al que Iberia comunicó un día antes de su partida que iba a ser el pasajero 1.000 millones de Barajas, y que por ello tendría un recibimiento especial a su llegada a Madrid.
La directora del Aeropuerto de Madrid-Barajas, Elena Mayoral, y la directora de marketing de Iberia, Carolina Martinoli, recibieron a su llegada al aeropuerto a Alonso, entregándole una «gran tarjeta» con el lema «Soy el viajero 1.000 millones» que le da derecho a utilizar las salas Vip de los aeropuertos españoles durante un año.
80 años después, algo de historia del Aeropuerto de Madrid
Lejos quedan los 378 vuelos y los 2.873 pasajeros de 1933, cuando el aeropuerto todavía no contaba con un edificio terminal –aún en construcción– ni pistas asfaltadas. Fue en 1944 cuando entró en servicio la primera pista pavimentada, de 1.400 metros de longitud y 48 de anchura. Desde entonces, el Aeropuerto de Madrid-Barajas no ha dejado de crecer, adaptándose a las necesidades de pasajeros y compañías aéreas. El Aeropuerto de Madrid-Barajas abrió sus puertas el 22 de abril de 1931, aunque fue unos días después, el 30 de abril, cuando aterrizó el primer avión. Aún pasarían un par de años hasta el inicio de las primeras operaciones comerciales regulares, con las rutas a Barcelona y Sevilla operadas por las Líneas Aéreas Postales de España (compañía que más tarde se acabaría convirtiendo en Iberia).
En los 50 el aeropuerto supera la cifra del medio millón de pasajeros anuales. En 1954 despega el primer Superconstellation con destino a Nueva York y, dada la creciente demanda, se decide la construcción de una terminal que se conocerá como Terminal Nacional, hoy Terminal T2.
En 1961 se supera por vez primera el millón de pasajeros al año, y la llegada de los primeros grandes reactores obliga a la construcción de dos grandes pistas cruzadas. En 1965, año en el que el aeropuerto pasa a denominarse oficialmente «Aeropuerto de Madrid-Barajas«, se inician las obras de ampliación de la primera pista hasta los 4.100 metros, lo que la convertía en la más larga de Europa en esos momentos. Además, la terminal de pasajeros se completará en 1969 con una terminal de carga y una plataforma de estacionamiento de aviones cargueros.
El Puente Aéreo
En 1974, Iberia inaugura el Puente Aéreo Madrid-Barcelona. El tráfico pasa de tres millones de pasajeros al año en 1969 a ocho en 1975. Esto hace que en 1971 se inicie la construcción de una nueva terminal de pasajeros dedicada en exclusiva al tráfico internacional, hoy conocida como Terminal T1, que entraría en servicio en 1977. La llegada de los 80 mantiene el impulso modernizador del Aeropuerto de Madrid-Barajas. Con la mirada puesta en el Mundial de fútbol que debía disputarse en España dos años después, en 1980 se inicia una profunda remodelación del Terminal Nacional construido en los años 50. En 1990 se superan los 15 millones de pasajeros al año, y se decide acometer una nueva ampliación con la vista puesta en satisfacer una demanda de 25 millones de pasajeros al año, para lo que se lanza el Plan Barajas.
Llegan la T4 y la T4S
En diez años el tráfico se duplica, pasando de 16 millones de pasajeros en 1990 a 32 millones en 2000. Ese año, para aumentar la capacidad del Aeropuerto hasta los 70 millones de pasajeros anuales, se da un nuevo impulso al Plan Barajas. Este proyecto culmina el 4 de febrero de 2006 con la puesta en marcha de una nueva área terminal, que incluye la actual T4 y su edificio satélite, el T4S, con más de 750.000 m².
Desde el primer momento, el esfuerzo realizado para colocar al Aeropuerto de Madrid-Barajas en la vanguardia mundial recibe todos los reconocimientos. En 2008, ACI Europa le concede el premio al mejor aeropuerto de Europa, por su “continuo crecimiento y exitosa ampliación, así como su esfuerzo por ofrecer al pasajero altos niveles de calidad de servicio manteniendo tasas comparativamente bajas”. El Aeropuerto cosecha galardones de las más diversas instituciones internacionales al Mejor Diseño, el Mejor Espacio Público, el Mejor Aeropuerto Nuevo o al Uso Responsable del Suelo.
Después de 80 años de constante evolución, Madrid-Barajas cuenta a día de hoy con tres terminales en línea denominadas T1, T2 y T3, una nueva área terminal denominada T4, con un satélite T4S, y una Terminal Ejecutiva para aviación corporativa y de negocios. Cuatro pistas de vuelo, 374 puestos de estacionamiento de aviones comerciales y más de 50 para aviación corporativa y de negocios, 128 pasarelas de embarque. Dispone de cerca de 400 mostradores de facturación, más de 90 máquinas de auto check-in, 224 puertas de embarque distribuidas en 13 zonas, 55 cintas de equipajes y 18.764 plazas de aparcamiento público.
Fuente: Aena