Aeropuerto privado de El Álamo en Madrid

Archivado en: AENA, Aeropuerto de Madrid-Barajas,

El Ministerio de Fomento ha dado el visto bueno a la construcción de un aeropuerto en El Álamo, en el sureste de la comunidad de Madrid, en una zona limítrofe con Castilla-La Mancha

La Comunidad de Madrid lleva tiempo intentando construir aquí un aeropuerto de gestión privada, destinado a vuelos de negocios, pero hasta ahora no había conseguido la compatibilidad aérea que debía otorgar el ministerio, dado que se encuentra a muy poco del otro aeródromo situado en Casarrubios del Monte, en Toledo, a 1.9Km.

Con intención que las instalaciones de este aeropuerto sirvan como plataforma para escuelas de pilotos, trabajos aéreos, aviación ejecutiva y de negocios, aviación privada, mensajería y correo, ha de estar en funcionamiento en el 2018, que es cuando se le acaba al aeropuerto de Madrid la concesión que posee para gestionar la aviación corporativa o privada.

Hay ciertos problemas operativos que dificultan la convivencia de dos aeródromos tan cercanos, y estos han de ser resueltos para que el proyecto finalmente vea la luz. Las futuras soluciones plantean la fusión de ambos aeródromos y un diálogo entre la Dirección de ambos aeropuertos.

Pero también se ha de coordinar con el aeródromo de Cuatro Vientos y el de Getafe, a unos 40 kilómetros, y que está gestionado por el Ministerio de Defensa.

Se calcula que una vez iniciadas sus operaciones, por el aeropuerto pasarían una media anual de unos 50.000 vuelos, pasando a 100.000 para el 2.038. Para la ejecución de este proyecto se ha estimado una inversión de 230 millones de euros, aproximadamente.

La Comunidad de Madrid ha diseñado un proyecto que consta de un aeropuerto con dos pistas, que podrían ser ampliadas en varios centenares de metros llegado el caso.

Una de las pistas, de 1 Km de largo, estará destinada a escuelas de vuelo, aviones para agricultura o medicalizados; y la otra, de 2Km, para uso de  jets privados, y que en función de la demanda se podría alargar 600 m. Debido a su corta extensión, queda descartado el uso de las pistas para el aterrizaje de aviones comerciales.