Lo hace cancelando rutas entre el aeropuerto de Barcelona y Hamburgo o Trieste, el aeropuerto de Madrid con Fráncfort o Manchester, incluso Madrid con Barcelona.
Cancelará 15 rutas y disminuirá 46 frecuencias que afectarán a varias ciudades españolas, entre ellas Santander o Santiago de Compostela con Madrid y Barcelona. Pero estos tijeretazos no sólo afectan a rutas peninsulares, ya que la compañía irlandesa, aduciendo un incumplimiento del pacto para fomentar el crecimiento hecho del Gobierno Canario, recortará también las conexiones con Canarias, en concreto Gran Canaria y Lanzarote.
Ryanair matiza que estas medidas se podrán remediar si el Gobierno echa marcha atrás y revoca el aumento de las tasas, que en Madrid y Barcelona son más del 50%.
Ryanair se hace desear y deja caer que otros aeropuertos de Polonia, Escandinavia, Portugal, Marruecos o Reino Unido le hacen ofertas para que lleve allí sus aviones, y que ni su personal ni sus ingresos se verán afectados por estas medidas.