La Generalitat de Cataluña ha aprobado este mes la creación de tres nuevos impuestos ambientales, anunciados en diciembre del 2013, y en espera de aprobación definitiva antes de verano.
Los impuestos pretenden recaudar unos 50 millones de euros anuales, dado que gravarán aspectos como el despegue de aviones comerciales, la producción eléctrica termonuclear y la emisión industrial de partículas contaminantes.
Uno de estos impuestos afecta directamente al aeropuerto de la capital catalana, ya que la tasa sobre el despegue de aviones se aplicará en zona de protección especial del ambiente atmosférico, lo que en la actualidad significa Barcelona El Prat y Sabadell. En este último no será aplicable dada su calidad de aeródromo de formación aeronáutica.
La tasa afecta a las operaciones de aterrizaje, rodaje y despegue de todos los aviones comerciales al despegar, con unos ingresos estimados para la Generalitat de 3,9 millones de euros anuales.
Las fórmulas de cálculo de esta tasa están influidas por varios factores: con un tipo impositivo general de 3€ por kilo de óxido de nitrógeno (NOx) y un tipo impositivo reducido de 1,5€ por kilo de NOx, y se computarán máximo 20.000 vuelos por empresa contribuyente.
Algunas compañías aéreas ya han hecho eco de sus protestas por este nuevo impuesto y amenazan con reducir rutas a la Ciudad Condal si esto definitivamente se aprueba.
El impuesto sobre la producción termonuclear de energía eléctrica gravará el eventual daño sobre el medio ambiente derivado de la producción termonuclear efectuada en territorio catalán. Lo pagarán las empresas productoras y su recaudación estimada es de 43,2 millones anuales. En el caso de la emisión de partículas y gases industriales, la tasa afectará básicamente a refinerías, fábricas de cemento o explotaciones mineras. Se prevé recaudar un máximo de 2,1 millones.
Según el gobierno se aplicará el reglamento de la ley para impedir que las empresas carguen a su vez estos impuestos sobre los usuarios. Algunas de estas tasas forman parte del compromiso que CiU adquirió al firmar el pacto de gobernabilidad con Esquerra Republicana de Catalunya en 2012.