Mientras en el aeropuerto de Barcelona se espera que la aplicación del laudo obligatorio resuelva los desacuerdos que han llevado a los trabajadores de Eulen a la huelga indefinida, una sombra de conflicto planea por los aeropuertos de Alicante, Valencia y Madrid.
Los trabajadores de estos aeropuertos coinciden en que «el problema no se da con una empresa (Eulen)», sino con las «licitaciones de concursos por debajo del precio de convenio».
Los controles de seguridad están a cargo de Prosegur en el Aeropuerto de Valencia y el Aeropuerto de Alicante, pero los trabajadores de Eulen (labores de facturación y vigilancia en las terminales) podrían ir a la huelga si el Gobierno aprueba el nombramiento de un mediador el conflicto en el aeropuerto de Barcelona. Su intención es la de presionar al Ejecutivo de modo que este apruebe «un modelo único de contratación».
Aunque en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas la empresa Eulen se encarga de labores de facturación y vigilancia en las terminales, sus empleados en Madrid-Barajas se están planteando qué medidas podrían tomar para solidarizarse con sus compañeros del aeropuerto de Barcelona-El Prat.