El 8 de noviembre pasado, los pilotos de Air Nostrum pertenecientes al sindicato de pilotos Sepla, convocaron una huelga para los días 23, 26 y 30 de noviembre tras no llegar a un acuerdo entre ambas partes.
Los pilotos se disculpaban en su día por los posibles perjuicios derivados de la huelga, última medida de presión tras haber intentado durante varios meses encontrar a una solución con la empresa.
Según un comunicado anterior del Sepla, el principal motivo de la huelga es el progresivo vaciamiento de la producción de Iberia Regional a favor de otras aerolíneas –«Air Nostrum está llevándose aviones y pilotos propios a estas nuevas aerolíneas, en donde las condiciones laborales son mucho más precarias», denunciaba el sindicado en rueda de prensa a primeros de este mes. A este motivo se le unen otros de producción, como el de algunas rutas desviadas a otras compañías aéreas que hacen disminuir su volumen de trabajo.
Air Nostrum, por su lado, desmiente que haya habido incumplimiento de compromisos adquiridos por parte de la empresa y consideran falaces los motivos aducidos para realizar esta convocatoria, que enmascaran el intento del Sepla de controlar la producción de la compañía.