La tuneladora de Adif que está realizando los trabajos para que llegue el tren directo de Rodalies a la T1 del Aeropuerto del Prat lleva parada unos seis meses.
Estas obras estaban paradas dado que el tramo más complicado de las obras, el que pasa por debajo de la pista principal, es el que viene a continuación y por la gran afluencia de tráfico durante la temporada estival se decidió suspender hasta noviembre, un mes con menos operaciones de aterrizajes y despegues.
Esta configuración de pistas cruzadas es la que se usa normalmente en condiciones de poco tráfico, especialmente de noche, y consiste en utilizar la calzada paralela al mar para despegues, en dirección norte, y la transversal para los aterrizajes, con entrada de los aviones desde el mar. Por lo que desde este lunes, y hasta el 25 de noviembre, el aeropuerto trabajará con una de sus tres pistas cerradas.
Según Aena esta nueva configuración de aterrizajes y despegues no afectará a los pasajeros, sin embargo aerolíneas como Vueling se han curado en salud y han avisado a sus usuarios de posibles retrasos o adelantos en sus vuelos mientras duren estas obras.
Por otro lado, la empresa Adif quiere comprobar en todo momento la integridad del terreno, por lo que ha implantado un sistema de auscultación durante y después de las obras de la tuneladora por el terreno del aeropuerto.
Estas obras permitirán al aeropuerto poner a disposición de sus usuarios un tren directo a la terminal T1, con una parada de tren intermedia en la terminal T2 y su conexión con la L9 del Metro de Barcelona.