La Agencia de Seguridad Aérea de la Unión Europea (EASA) ha lanzado un programa para monitorear la implementación de sus directrices operativas COVID-19 en situaciones de la vida real. Aena ha firmado este acuerdo y los aeropuertos que participarán en el proyecto son el Adolfo Suárez Madrid-Barajas, Josep Tarradellas Barcelona-El Prat, Gran Canaria y el de Palma de Mallorca, si bien en todos los aeropuertos de la red ya se implementan medidas para viajar con seguridad.
Las directrices han sido desarrolladas sobre la base de evidencia científica y la opinión de expertos de la EASA y el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC). El objetivo es permitir que los viajes aéreos se reanuden en condiciones seguras, tanto desde el punto de vista operativo como de salud pública.
La AESA, que invitó a aeropuertos y líneas aéreas europeas a participar en el programa, cuenta ya con 7 operadores de aeropuertos: AENA, Aeropuerto Internacional de Atenas SA, Compañía del aeropuerto de Bruselas, Fraport AG, SEA Aeroporti di Milano, Aeropuerto de Niza Costa Azul y Aeropuerto Paris CDG; y 3 aerolíneas: Aegean Airlines SA, easyJet Plc y Wizz Air Holdings Plc.
Las aerolíneas y los aeropuertos involucrados firmarán una carta del proyecto comprometiéndose a cumplir con las pautas, coordinarse y colaborar con las autoridades nacionales. Al hacerlo, los aeropuertos y las aerolíneas controlarán la efectividad general de las directrices, e informarán de los problemas o impedimentos que vayan encontrando.
Según el Director Ejecutivo de la EASA, Patrick Ky.
«Los comentarios que nos brinden serán fundamentales para garantizar que realmente alcanzamos los objetivos de seguridad sanitaria de estas pautas y ayudaremos a todo el sector a reanudar las operaciones de manera que los pasajeros y el personal se sientan seguros y protegidos «. (…) «Los aeropuertos y las líneas aéreas que participan en este programa serán pioneros en la vanguardia del regreso a las operaciones normales después de esta crisis sin precedentes para la aviación comercial».
Las recomendaciones principales de las pautas son observar el distanciamiento físico en todo momento y siempre que sea posible, usar una mascarilla durante todo el viaje para proteger a los demás y practicar una higiene escrupulosa y frecuente de las manos durante todo el viaje.
Para los operadores de aeronaves y aeropuertos, se requerirán cambios significativos en sus procesos para garantizar que se fomente el distanciamiento físico siempre que sea posible, a través de señales en el suelo, marcas u otras formas de comunicación.
Si bien tienen en cuenta las condiciones específicas en una aeronave, como la ausencia de asientos cara a cara y sus características mejoradas de ventilación y filtración de aire, las directrices apuntan a que, siempre que sea posible, los pasajeros deben distanciarse físicamente, excepto en los casos en que viajen juntos.
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