De las últimas estadísticas del Instituto de Estudios Turísticos y Aena se traducen datos que sitúan al aeropuerto alicantino por delante del madrileño, por lo menos en cuanto a tráfico generado por compañías de bajo coste se refiere. El segundo de la lista en cuanto a crecimiento low cost es Málaga Costa del sol.
Así pues, en 2013 de los 9.638.860 pasajeros que usaron estas instalaciones para entrar o salir de Alicante, casi 8,6 millones fueron extranjeros y 7,2 millones lo hizo en compañías de bajo coste: Ryanair, Jet2, Easyjet, Norwegian y Vueling. Este hecho coloca a este aeropuerto por debajo de los números que arrojan Barcelona, Palma y Málaga, pero por delante de Girona y Madrid.
En la lista de los aeropuertos españoles más utilizados por las aerolíneas de bajo coste están el Aeropuerto de Barcelona-El Prat (el 20,5%), Palma de Mallorca (el 17,2%), Málaga (el 11,9%), Alicante (el 10,3%) y Madrid-Barajas (el 8,3%).
Pero incluso con estos buenos números, Alicante tiene varios flecos sueltos si se tiene en cuenta la falta de conexión rápida por tren o carretera del aeropuerto con la zona turística que le rodea.
La época que atraviesa la economía del país ha provocado que queden sin fecha de puesta en marcha la conexión ferroviaria y la remodelación de la N-338, carretera que uniría el Alicante Elche con la carretera de la costa (N-332) y la autopista A-7, proyecto que se estima necesita una inversión de 24,5 millones de euros. Será cuando lleguen las partidas de 2015 cuando se puedan fijar los plazos de ejecución, porque el ministerio de Fomento tendrá también acceso a los fondos aprobados por Bruselas para el desarrollo de las redes transeuropeas de transporte, en el que está incluido el aeropuerto.