Si estábamos todos emocionados con la noticia de poder llevar más de 100 ml en líquidos en el equipaje de mano, -o simplemente con no tener que sacarlos de las bolsas, con el portátil y la tablet en el control de seguridad, aún tendremos que esperar algunos meses para disfrutar de estos privilegios.
La última noticia que nos ha llegado es que, el pasado 31 de julio, la Unión Europea anunció una serie de cambios -en principio temporales- en la normativa que afecta a los aeropuertos que han implementado el uso de los nuevos -y carísimos- escáneres C3, o sistemas de detección de explosivos para el equipaje de cabina (EDSCB).
Estos nuevos escáneres suponen una amplia mejora en la detección de explosivos en el equipaje de cabina, permitiendo al pasajero transportar en sus bolsas de equipaje de mano líquidos sin restricción, y guardar junto a ellos sus dispositivos electrónicos en los controles de seguridad.
Varios aeropuertos de la UE, así como en Islandia, Suiza, Liechtenstein y Noruega (EEE) ya cuentan con ellos y llevan funcionando algunos meses, y en España los aeropuertos de Madrid y Barcelona iban a ser los próximos en ponerlos en funcionamiento.
Los escáneres C3 son en promedio 8 veces más costosos que las máquinas convencionales de detección de rayos X que están reemplazando, mientras que los costos de mantenimiento de operaciones son 4 veces más altos. La finalidad de los escáneres C3 es la de facilitar la experiencia del pasajero en los controles de seguridad, al tiempo que permite un mejor despliegue de personal de seguridad en los puestos de control de seguridad del aeropuerto.
Estos nuevos escáneres han supuesto una gran inversión para los aeropuertos que los han adquirido y con esta noticia se llevan un fuerte varapalo. Ante algunas dudas surgidas a principios de año, y alegando que se necesitan nuevas mejoras en los equipos, los aeropuertos de Reino Unido restablecieron en junio el límite de 100 ml en el transporte de líquidos. Recordemos que esta limitación existe porque los equipos de seguridad tradicionales, como las máquinas de Rayos X, no pueden detectar eficazmente explosivos líquidos.
La Comisión Europea ha declarado que esta medida de precaución no responde a ninguna nueva amenaza, sino que aborda una cuestión técnica temporal, emprendida en consonancia con los socios internacionales de la UE y que sólo afecta a los aeropuertos que han instalado los escáneres C3.
En los aeropuertos españoles aún sigue vigente la limitación en el transporte de líquidos en el equipaje de mano y los dispositivos electrónicos, así que simplemente tendremos que esperar a ver las prometidas mejoras, quizá para el 2025.