Hace un par de días, la EASA (Agencia de Seguridad Aérea de la Unión Europea) emitió una directiva de seguridad para reducir el riesgo de propagación del nuevo coronavirus a través de vuelos hacia y desde áreas de alto riesgo.
La directiva de seguridad, la primera medida tomada en la Unión Europea, especifica las medidas que se deben tomar para los vuelos que sirven a destinos de alto riesgo. La directiva exige la desinfección y limpieza a fondo de las aeronaves que operan desde destinos de alto riesgo después de cada vuelo. Solo se pueden hacer excepciones cuando se usan desinfectantes con un efecto más duradero, pero incluso en esos casos se requiere una desinfección completa a más tardar 24 horas después de la salida de un aeropuerto de alto riesgo.
Según declaraciones de la comisaria europea de Transporte, Adina Valean:
«Necesitamos asegurarles a los pasajeros, a la tripulación de la aerolínea y al personal del aeropuerto que su salud y seguridad es nuestra principal prioridad» (…)
«La UE está tomando medidas concretas para limitar y frenar la propagación del nuevo coronavirus. Es por eso que EASA emitió una nueva directiva de seguridad con respecto a la desinfección completa de todas las aeronaves después de cada vuelo desde las áreas de alto riesgo tanto en Europa como más allá ”.
Para poder concretar las «áreas geográficas de alto riesgo» van a analizar toda la información disponible según los últimos análisis de situación que provean la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) junto con las evaluaciones regionales de salud pública.
También se está recomendando que las aerolíneas, independientemente de la ruta operada, aumenten la frecuencia de limpieza de las aeronaves, desinfecten como medida preventiva y garanticen la desinfección completa de cualquier avión que haya transportado a un pasajero sospechoso o confirmado como infectado con COVID-19. A su vez, han trasladado esta necesidad a su vez a los operadores aeroportuarios, como Aena, que deben desinfectar las terminales de manera similar. Aunque esto es algo que muchas compañías aéreas y gestores aeroportuarios ya vienen haciendo, se insiste que en la «estandarización a nivel europeo hará que estas medidas sean aún más eficientes».
La EASA anuncia también que en breve se publicará una guía adicional que recomendará, en el caso de que los vuelos no estén llenos, que los pasajeros se sienten más espaciados unos de otros y repartidos por toda la zona de la cabina del avión si es posible. A la recomendación se añade que se les haga entrega, siempre que sea posible también, de toallitas desinfectantes de un solo uso para que puedan limpiar el área de sus asientos para su mayor tranquilidad personal.
Las recomendaciones específicas para la tripulación de cabina indican que los miembros de la tripulación que tuvieron contacto directo con un caso confirmado deben ser puestos en cuarentena durante 14 días. Se debe pedir a otros miembros de la tripulación en el mismo vuelo, o que entraron en contacto con un caso sospechoso, que controlen su propia salud y reaccionen rápidamente ante los primeros signos de infección. Estas medidas ayudarán a frenar la propagación de la enfermedad y apoyarán la continuidad del negocio para las operaciones de vuelo, al garantizar que el personal no transmita el virus a sus colegas.
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