Cinco tortugas marinas fueron ayer devueltas al mar tras su recuperación en la clínica del CRAM gracias a la ayuda de varios voluntarios de la Fundación CRAM y algunos voluntarios de trabajadores de Aena en el Aeropuerto de Barcelona-El Prat.
Aena y la Fundación para la Conservación de Animales Marinos (CRAM) firmaron en noviembre de 2018 un convenio de colaboración empresarial en actividades de interés general con el objetivo de apoyar actividades ambientales de índole social. Dicha colaboración se enmarca dentro del compromiso adquirido por Aena en el ámbito de la Responsabilidad Corporativa y permite a la entidad apoyara la fundación en la conservación y la preservación de la fauna marina, con especial atención a la tortuga boba, una especie protegida y muy vulnerable.
En los últimos años se han incrementado de forma considerable la anidación de tortuga marina, concretamente de la especie Caretta caretta, en las playas del mediterráneo español. Un hecho sin precedentes históricos que merece especial atención a nivel científico. Las hembras de las tortugas vuelven a las playas donde nacieron a poner los huevos, por lo que estamos ante un hecho excepcional ya que el mediterráneo occidental nunca ha sido un lugar de anidación estable.
Según un estudio científico reciente, es muy probable que se trate de individuos dispersantes que buscan nuevas zonas para reproducirse, ampliando su distribución en la anidación y adaptándose ante un escenario de aumento de temperatura global. El cambio climático puede estar provocando a medio plazo la formación de nuevas colonias de anidación en latitudes más altas, siendo Cataluña la región con más casos observados de la costa española. Por ello, se debe prestar especial atención a estos acontecimientos y, al tratarse de una especie protegida y muy vulnerable a la acción humana, abordar el asunto no sólo desde un punto de vista científico, sino también administrativo y de la sensibilización ciudadana.
Con el afán de estudiar estos hechos y favorecer la conservación de la especie hay diversas líneas de investigación abiertas. Entre ellas está el estudio de cría en cautividad de una parte de los neonatos para aumentar su supervivencia y probabilidad de retorno a las playas de nacimiento para reproducirse en estado adulto. En este entorno de estudio gira el proyecto del convenio entre Aena y CRAM.