Al fin, gracias a la intervención de los ministerios de Fomento y de Empleo y Seguridad Social, que ayudaron en la mediación del conflicto SEPLA e Iberia, se ha desconvocado la huelga que mantenía a Iberia contra las cuerdas.
La intervención de un mediador, que ahora ya se sabe que será el exministro de Trabajo con el PP, Manuel Pimentel, ayudará a «con las negociaciones. Ambas partes han dado su visto bueno al árbitro, dado que los anteriores intentos por elegir a un intermediario habían caído en saco roto. Desde el Gobierno se ha querido apelar a la importancia que el sector turístico tiene sobre la economía española, y a la difícil situación que ya sufre de por sí.
Lo que parece seguro que no se va a negociar va a ser la puesta de la filial de bajo coste Iberia Express, que a partir del próximo 25 de marzo realizará los trayectos que a Iberia no le salen rentables, los de corto y medio radio. El centro de las negociaciones será entonces el nuevo convenio colectivo de los pilotos.
Pero Pimentel ya tiene experiencia en asuntos similares, ya que fue el encargado de mediar con éxito entre Aena y los controladores aéreos después de la huelga salvaje del puente de la Constitución en el 2010, y que acabó con la declaración del estado de alarma por primera vez en la democracia.
Las protestas de pilotos y parte del colectivo de tripulantes de cabina al respecto de la creación de Iberia Express han quedado ahora en stand by.