La línea de Metro de Barcelona L9/L10, uno de los proyectos más trascendentales del Govern de la Generalitat de Catalunya, está sus fases finales de pruebas.
En esta etapa en la que entra el proyecto, y en la que se ejecutarán 3.700 protocolos de pruebas, circuló el primer tren en pruebas desde la Zona Universitaria a la terminal T-1 del Aeropuerto de Barcelona El Prat. Entre otras, se realizarán pruebas en instalaciones eléctricas y de seguridad, estaciones de pasajeros, sistema de ventilación, energía, comunicaciones y puertas automáticas.
El tramo en cuestión se extiende a lo largo de 20 Km de línea y cubre 15 estaciones. Se espera que esté en funcionamiento en febrero del 2016, para hacerlo coincidir en marzo con el Mobile World Congress -Congreso Mundial de Móviles– que se celebrará en la Fira de L’Hospitalet de Barcelona, la cual es una de las estaciones de la línea L9.
La reciente polémica sobre la L9 no cuestiona su utilidad, importancia o el plazo de finalización, si no que se sirve en forma de suplemento especial.
La Autoritat del Transport Metropolità (ATM) está estudiando el importe del suplemento a aplicar, dados los sobrecostes que está suponiendo el desarrollo de la línea de por sí complicada, y dada la multitud de estaciones y destinos intermunicipales. Pero las autoridades se justifican diciendo que el suplemento especial al aeropuerto es habitual en ciudades que super-conectan la ciudad, o su zona metropolitana, con el aeropuerto. Así, en grandes capitales como Madrid, Berlín, Nueva York, o Singapur, es habitual el suplemento de la ciudad al aeropuerto, o viceversa, tanto en metro como otros trenes especiales.
Documento adjunto (4,98Mb) a la nota de prensa oficial. Interesante ver el corte transversal del tipo de túnel en uso y las modernas estaciones -tipo pozo- que recuerdan a las estaciones espaciales de las películas de ciencia ficción.
